La mochila mas pesada

Me habías dejado llegar a sentir el cielo, subir sin vértigo
me dejaste sentir las nubes a mi alrededor.
Perdí la cuenta de los días en que habia dejado mi cuerpo,
para poder perderme en ese gran esplendor.

Pude ver las montañas en toda su intimidad,
en toda su hermosura, todo eso que nadie vio.
Estuve allá, en lo mas alto y obtuve la inmunidad,
esa que siempre necesite, esa que siempre falto.

Mire sus ojos, tan cálidos, brillaban tanto sin hablar
¿como podría morir con ellos a mi lado?,
Caía antes de la cima, no era experto en escalar,
pero sus ojos, como siempre, me dieron todo.

Aun siento el viento sobre mi, y mi piel se eriza
como si recordara el paisaje perdiéndose en el horizonte.
Y aunque quizás nunca mas pueda volver por allá,
guardare las imagenes dentro de mi, en mi caja fuerte.

Caí y  no pude volver a mirar sus ojos, no pude volver,
como si aquellos quemaran los mios y se ahogaran.
Escuche dentro de mi lo ellos no quisieron hacerme ver,
eran esos ojos los que antes de la cima me trampeaban.

Y en la cima era cuando su compañia se desvanecia
¿Con quien disfrutar el esfuerzo de ambos?.
Y ahi es cuando yo inconcientemete caia,
si entenderlo, sin entender ¿porque no eramos dos?.

Y hoy aca, en el suelo, sigo tratando de responderlo
y al no poder, la impotencia de adueña de mi centro,
y no dejará entrar a nadie mas que a la respuesta,
a nadie mas que a la incoherente y cruel respuesta.

Y sigo recordando sus ojos, no puedo odiarlos
¿como odiar esos ojos?, ¿como olvidarlos?
son los recuerdos mas bellos, los de la mochila, los mas que pesan,
y esta es la mochila que debo cargar hasta que los dolores mueran.

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