Compartir de tantos
El creyó en la paz y defendió su bandera no dejó a nadie jamas tratar de arrebatarla. Salio con la fe en alto y salio a la vereda al mundo que tanto le contaron como era. Entro como caballito y se sintió traicionado sin encontrar quizás alguien que le explicara. Se encontró en que no era como en el cuento el frío plastico lo trato como uno cualquiera. Se desgarro en un cuarto cuidando su herida esperando que el dolor pasara para volver a la pista. Ya esta casi como nuevo y ahora sueña con prisa de nuevo volvió la fuerza para enfrentar la cornisa. Y así con todas las ganas levantó mas de un piso ahí conoció a la madre tierra y armó su cobijo. Pero se desmoronó cuando acertó el acertijo queriendo tragar su odio por no querer escupirlo. Tragó tanto odio que envenenó su vista se armo de odio para no enfrentar su vida. Cayó rendido frente a una inmensa ola y con miedo y valentía fue a recibirla. Cayó, cayó, y cayó... y fue porque confió, confió y confió, pero no se