Compartir de tantos

El creyó en la paz y defendió su bandera
no dejó a nadie jamas tratar de arrebatarla.
Salio con la fe en alto y salio a la vereda
al mundo que tanto le contaron como era.

Entro como caballito y se sintió traicionado
sin encontrar quizás alguien que le explicara.
Se encontró en que no era como en el cuento
el frío plastico lo trato como uno cualquiera.

Se desgarro en un cuarto cuidando su herida
esperando que el dolor pasara para volver a la pista.
Ya esta casi como nuevo y ahora sueña con prisa
de nuevo volvió la fuerza para enfrentar la cornisa.

Y así con todas las ganas levantó mas de un piso
ahí conoció a la madre tierra y armó su cobijo.
Pero se desmoronó cuando acertó el acertijo
queriendo tragar su odio por no querer escupirlo.

Tragó tanto odio que envenenó su vista
se armo de odio para no enfrentar su vida.
Cayó rendido frente a una inmensa ola
y con miedo y valentía fue a recibirla.

Cayó, cayó, y cayó... y fue porque
confió, confió y confió, pero no se arrepiente
cayó y caerá, confió y confiará
mucho mas de lo que el piensa.

Cada puerta que pasa hace que su alma fortalezca
la muerte no estuvo aunque mas de una vez lo quisiera.
Es solo desilusión aunque a la sangre se parezca
ahora verla no hace daño solo hace que se entristezca.

Son escalones, escalones y mas escalones
quizás mas adelante la vida ya no duela.
El valor hace que el corazón funcione
no lo dejes y no dejes que se atrofie.

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