Sombras y espinas


Es demasiado grande la vereda
como para no caerme en algún momento.
y el cordón que insiste en acostarme sobre el.

Cierro la puerta y se abre sola,
como intentando contarme otro secreto de mierda...
otro mas.

Y hoy estoy temblando frente a la puerta,
no se que pasara.
No te vayas de mi lado que no se a donde iré.

Como decirte esto sin que suene fuerte,
sin que creas que estoy loco
pero si al final de la luz t veo
estaré feliz de haber muerto.

Porque si estoy o no estoy
a esta altura sinceramente no me importa
si la sangre que derrame no volverá
y si el mundo que me acribillo fue pasado
hoy siento que estoy de pie frente a ti
y es lo único que hoy importa.

Sombras y espinas
y desde un rincón de por ahí
me ayudaste a caminar.



Entradas populares de este blog

Desde el suelo en subida (improvisado)

La satisfacción del terco

La ropa